CORDINA-0063

Carta privada de María Amparo Burton a William Rich Hutton en la que lo felicita por su casamiento y le confiesa la anodina vida que lleva en San Diego. Cuenta, entre otros asuntos, que, aunque no tiene buena salud, le gustaría hacerle una visita a Washington, y que guarda una carta que no llegó a enviar a su hermano, Nathaniel Henry Hutton, porque ya está muy atrasada y el contenido quizás resulte demasiado literario.

TranscriptorRicardo Pichel
Revisor 1Diego Sánchez Sierra
Revisor 2Pedro Sánchez-Prieto Borja
GrupoGITHE
Corpus-NúmeroCORDINA-0063
TipologíaCartas privadas
SubtipologíaCarta privada
ArchivoHuntington Library (San Marino, California)
IdentificadorHutton Collection, HM 43218
RegestoCarta privada de María Amparo Burton a William Rich Hutton en la que lo felicita por su casamiento y le confiesa la anodina vida que lleva en San Diego. Cuenta, entre otros asuntos, que, aunque no tiene buena salud, le gustaría hacerle una visita a Washington, y que guarda una carta que no llegó a enviar a su hermano, Nathaniel Henry Hutton, porque ya está muy atrasada y el contenido quizás resulte demasiado literario.
Data1855 noviembre 3
LocalidadMisión de San Diego
ProvinciaCalifornia
PaísEstados Unidos
ScriptorMaría Amparo Burton

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Mision de San Diego 3 de Noviembre de 1855. Mi querido Mr. Hutton. Esta es la quinta vez que empiezo a es=cribirle desde que recibí la ultima de vsted, Espero que esta vez tendré mejor suceso y daré Fin a esta pues al menos tengo algo que decir en ella. los mas sinceros parabienes y congratulaciones y la exprecion de mis buenos deseos en su nuevo estado. Este es un sujeto agradable de que tratar y como no dudo lo será muchisimo para vsted me apresuro a escribirle, tanto para darle la en hora-buena, como para demostrarle como tan luego como tengo de que tratar me pongo a escribirle. En mis otras cartas casi nada tenia que decirle; todas se re=ducian a quejarme de la estupidez que reina en la at=mosfera de San Diego y en la mala fortuna que no me ha permitido visitar The Atlantic States. Tambien decia en ellas que todos estamos buenos -a su mandado- empe=zando por el capitan, mi mamá, yo, Federico, Nelly, Harry, los indios en el rancho las bacas huevos &cetera, &cetera... El capitan pasa su tiempo cuidando de sus soldados y sus vacas y acosando a los pobres patos de las lagunas y las gcodornices; afortunadamente hay millones de las ultimas y no se perscibe el estrago que él hace a pesar de haber matado mas de 300. este verano. Yo paso mi tiempo bien estupidamente, es verdad que leo bastante, pero a veces ni aun eso puedo hacer por que tengo muy dañada la vista y a veces me duelen los ojos mucho. A veces voy al rancho a pasearme, y eso, y la lectura es casi toda mi distraccion, Tampoco tengo muy buena salud, pero creo que una visita a Washington me haria mas provecho que todas las medicinas del hospital. Si no vamos a los Estados del Atlantico en el verano que viene ya no quiero ir a menos que no llevemos las bolzas bien renchidas, y esto quien sabe cuando se verificará! El capitan no está aquí ahora se fue al rancho ayer, volverá mañana, El me dijo que va a escribir a vsted pronto. En el proximo correo yo le escribire a su hermanito mr . N. H. Hutton. Yo no se si el habra lle=gado a Washington o no. Si es así, digale que le es=cribi una carta y la diriji a Fort Filmore, Afortu=nadamente, el capitan la vio y entonces el me dijo que tendria que mandarla por Washington. Pero ahora como la carta ya es muy vieja no la mando lo que siento mucho digale, por que era una carta digna de ser mandada a una tal persona cual nosotros somos yo la conservaré en honor elde el como una curio=sidad literaria. Si el no fuera so fastidious en puntos literarios la mandaria, pero ya que tampoco le gustan stale witticisms, y como mi carta ya tiene 4. meses de escrita no baya a ser que le parezca muy stale. Dele muy cariñosas espreciones al mayor a su mamá y hermanitas, a su esposa -ahem- a su esposa de vsted, puede vsted asegurarla le deseo toda felicidad, y si ella me lo permite tendre placer en profesarle el aprecio con que siempre a vsted hemos distinguido. Escribame pronto Don Guillermo yo creo que sus nuevas obligaciones no absorveran todo su tiempo, sino que de cuando en cuando se a=cordará de escribir a los pobres desterrados en este valle de dullness. Saludeme a Mrs . Canby y demas conosidas de por allá, digales que allá voy. Adios. hasta la proxima, y no se olvide que siempre tiene que escribirme aunque las muchas le pueden ya cantar Vayase vsted de mi casa que han dado las oraciones y ya es vsted hombre casado cargado de obligaciones yo como soy vieja no digo tal cosa, antes al contrario doy toda mi aprovacion (lo que es de mucha importancia) y les deseo una larga y prospera vida llena de felicidad y &c Espero que nos veremos pronto, mientras tanto puede mandar a su afecta Maria Amparo de Burton

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